¨Que siendo las mías, me permiten continuar aprendiendo del ´Loco´ que todos deseamos ser.¨

14 may 2010

El violín roto de P.C.

Tiempo tenía sin entrar a un espacio de foro social en el que me encuentro. Espacio perteneciente a una bien ponderada organización de la llamada sociedad civil. La cantidad 2391 mensajes en mi bandeja y parecen tocar la misma melodía discordante y un tanto estridente para un espacio de organizaciones que es de asumir, poseen basta experiencia en el manejo de asuntos sociales y mucho más en aspectos organizacionales (pues la que menos tiempo de fundada tiene más de diez años).


Me llamó mucho la atención un comentario hecho por alguien a quien guardo respeto por ser siempre prudente, conciliador así como muy acertado y oportuno...decía sentirse como ¨el viejo León Felipe con su "viejo y roto violín". Tal vez no tenga toda la razón, pero cada día que pasa encuentro más razones para seguir sacando notas a ese viejo y roto violín. Es de las pocas cosas que he aprendido a hacer en mi vida, aunque se bien que las melodías no siempre salen muy armoniosas y convincentes ¨....lindo, inspirador y queriendo ser optimista y con mucho romanticismo social...que es en definitiva lo que nos hace mantener la esperanza.


Melodías que amasan teorías, pensamientos filosóficos, científicos, lógicos, con sentido común, cotidianidad, pragmatismo y con el sentir de quien palpa y hasta padece la denigrante situación de las grandes mayorías que se ven arrastradas por la ¨ inequidad social¨ , termino de moda que como lo veo, intenta suavizar las imágenes que ocupan nuestros pensamientos en torno a la diferencia abismal y casi insalvable para la mayoría, de vivir en este planeta con iguales oportunidades que le permita hacerse de una existencia digna.


Por lo que expresa mi respetado compañero en su comentario, son muchas más las cosas que se hacen necesarias para defender los intereses sociales y colectivos. Con lo que estoy en total acuerdo. Y me pregunto con tantas debilidades de siempre, con tanto hastío de lo mismo, con tantos proyectos millonarios, con tantas consultorias enlatadas, me pregunto dónde están las acciones reales, los resultados honestos (pues cierto es que el papel aguanta todo), por que todos esos buenos compañeros, que bien se complementan, que bien se alinean para la critíca social para buscar por donde se deshilacha nuestra sociedad y proponen tan buenas alternativas no terminan por imitar a quienes emulan constantemente, los Trinitarios, Caamaño, el Che Guevara, y muchísimos otros que con su voluntad, entrega y acciones lograron defender sus palabras. Es de suponer que sintieron miedo en más de una ocasión, porque humanos eran, más creían en lo que decían al punto de arriesgarse a morir por ello (como murieron).


Un ejercicio consciente es lo que debemos hacer para reconocer nuestras las debilidades, mezquindades y hasta la mediocridad tan arraigada como aquello de un ¨primero lo mío¨ que pareciere eterno y que tanto criticamos de los depredadores humanos de los asesinos sociales..indolentes e inhumanos, usurpadores de espacios, secuestradores de vidas con el fin de lucrarse.


Supongo, que si mi compañero, el del ¨violin roto¨ , tendrá una y mil millones de razones que podría citarme, que explicarían tan pendeja situación. Me citaría la historia de la lucha social de todos y todas, me diría que es complejo el asunto...y todo lo que pueda argumentar no deja de tener su peso específico en esta situación y no dejo de reconocerlo pero continuo preguntándome, que tan leal a los principios de dignidad, honradez, solidaridad, justicia ... somos. Pienso que la realidad nos demuestra que no somos solidarios en ningun aspecto. La solidadirdad tiene un componente de desprendimiento que desaparece tanto o más aceleradamente que los fondos públicos en manos de un funcionario corrupto y el que cree ser solidario termina confundiendo y pongale nombre, yo lo veo como mendicidad humillante, denigrante, aborrecible.


Triste decirlo pero nos hemos quedado en la nata gruesa y espesa que impone la estructura de un sistema de desigualdad, pues no hemos buscado e implementado las herramientas con la contundencia que se amerita para tumbar el pulso a tanto cinismo, insensbilidad, avaricia. Fuerza unificada, solidaridad incondicional, defensa de los promocionados principios sociales más aún, humanos es lo que necesitamos.


Disculpen mi ingenuidad quizás mi ignorancia acerca del ser humano, del rol de las organizaciones que liderean los espacios de participación social. Parto de lo que he visto y continuo viendo. Lo bueno es que el violín aun se escucha, es decir que hay oportunidad de afinar, remendar de ser lo único necesario y posible, para terminar diciendo somos un pueblo libre educado para construir un provenir de bienestar general y colectivo.

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