Género... ¿?

Emancipación, liberación femenina, y en los últimos años, igualdad y equidad de género, línea de criterio social cuyo costo ha sido incluso las vidas de muchas mujeres a través de los años en procura de que a estas le sea reconocida su real y productiva participación en los diferentes procesos sociales a lo largo de los siglos.

Entre el uso de eufemismos, que como mujer, a veces me pregunto por qué nos encasillamos tanto nosotras mismas, en un afán de cometer el mismo error en que vivieron y viven aún algunos los hombre, hoy por hoy, en cuanto a quien es más fuerte, más inteligente o con mayor derecho aún en igualdad de condiciones…lo que degenera en una violencia que vemos fuera de control, que si es un grave problema , mayor que el ego igualmente desproporcionado entorno a quién es más inteligente o fuerte ya que ambos, evidenciado está, por los resultados que cada vez más abultan las estadística de manera negativa, no existe tal ventaja para ninguno de los géneros, si es que podemos utilizar el término en esta situación, en este lastimero aspecto de la sociedad como lo es la violencia entre géneros. La mujer porque se ha empeñado en parecerse a lo que critica ( infidelidad, promiscuidad, agresión, alcoholismo y más ) y los hombres porque se empeñan en mantenerse amos y señores en mundo donde cada vez más, mujeres ganan preponderancia.

Más que empeño en enfrentarlo deben dirigirse los esfuerzos en no convertirnos en los hijos e hijas machistas que criamos para que sean golpeadores, abusivos, farsantes, poco hombre o mujeres dependientes en definitiva, lo que hacemos aún hoy día en medio de discursos de autoestima, equidad de género y justicia social. La batalla debe ser: educar, unificar y consensuar posiciones, criterios y buenos juicios encauzados no por un@s cuant@s sino por la mayoría y que garanticen la digna convivencia de tod@s, manejando una defensa frente a los abusadores de la sociedad , sean del genero que sea, y venga el abuso de donde venga, iniciándose esta defensa con la autoridad que le da el conocimiento, ejercicio y

cumplimiento de sus derechos y deberes teniendo y como punto de partida el inalienable derecho a la vida, con dignidad, con respeto, con alternativas propiciadoras de bienestar… para que puedan vivir y desarrollar a plenitud sus capacidades ..¿quien dijo que no es posible?.

La convivencia en pareja además de preservar la humanidad debe tener otro fin igualmente esencial la felicidad mientras se vive...en tranquila convivencia.